lunes, 2 de enero de 2012

Conducta sexual: el efecto Coolidge

En uno de los estudios más atípicos de la literatura sobre el tema, Beamer, Berman y Clegg (1969) estudiaron la habilidad de un carnero (oveja macho) para reconocer las hembras con las que se había apareado. Un carnero al que se le vaya presentando cada vez una nueva hembra, comenzará rápidamente a copular y eyaculará en dos minutos. (En un estudio, un carnero mantuvo su actividad con doce hembras. Los experimentadores acabaron finalmente agotados, con las ovejas soplando alrededor mientras que el carnero estaba dispuesto a seguir). Beamer y sus colegas intentaron engañar al carnero disfrazando a la hembras con las que había copulado y poniéndoles caretas de Halloween. (No, no me lo estoy inventando). Los disfraces no engañaron a los machos; aparentemente reconocen a sus anteriores parejas por su olor y dejan de estar interesados en ellas.
El efecto rejuvenecedor que produce una hembra nueva también se observa en gallos y normalmente se denomina efecto coolidge. Se dice que la siguiente historia es verídica, pero no puede asegurarse. (Si no es verdad, debería de serlo). El que fue presidente de los Estados Unidos, Calvin Coolidge y su esposa, estaban visitando una granja, cuando la señora Coolidge pregunto al granjerosi la continua y vigorosa actividad sexual del gallinero era obra de un único gallo. La respuesta fue <<sí>>. Ella sonrió y dijo <<debería explicárselo al señor Coolidge>>, El presidente miró pensativo hacia las aves, entonces le pregunto al granjero si se traaba de una gallina diferente cada vez. La respuesta, de nuevo, fue <<sí>>. <<Debería usted explicarle eso a la señora Coolidge>>, dijo.

sábado, 24 de diciembre de 2011

Identidad sexual; Luis/Luisa; Biología Vs educación


"Una familia como tantas, equilibrada y normal, tuvo una pareja de gemelos idénticos. Varias semanas después, sucedió un accidente desafortunado. Aunque se le practicó la circuncisión de manera rutinaria a uno de los bebés, al médico le resbaló la mano y la corriente eléctrica del instrumento que portaba para la sencilla operación quemó el pene de la segunda criatura. Después de superar su hostilidad hacia el médico, los padres consultaron a especialistas en niños con problemas intersexuales y tuvieron que afrontar una decisión. Los expecialistas les expusieron que la solución más sencilla sería que le reasignaran a su hijo Luis el sexo femenino, y los padres estuvieron de acuerdo. Pasados unos meses, Luis se convirtió en "Luisa". Los padres compraron un nuevo guardaropa y trataron al niño en todos los aspectos como niña. A estos gemelos se les dio seguimiento a lo largo de la infancia y, al alcanzar la pubertad, a la jovencita se le dio una terapía de reposición hormonal. Al cabo de seis años, los médicos perdieron la pista del caso pero supusieron que se había adaptado bien. En realidad, Luisa tuvo que tolerar una confusión interna casi insoportable. Lo sabemos porque dos científicos clínicos encontraron a este individuo y, recientemente, informaron de un seguimiento que le dieron a largo plazo (Diamond y Singmundson, 1997). Luisa nunca se adaptó al género que le asignaron. Durante la infancia, prefería los juegos bruscos y se resistía a ponerse ropa de niña, en los baños públicos, insistía a menudo, en orinar de pie, con lo que en general creaba un buen lio. Al comienzo de su adolescencia, Luisa estaba muy segura de que era chico, pero su médico la presionaba para que actuará de manera más femenina. A los catorce años de edad, se enfrento a sus padres y les dijo que se sentía tan miserable que estaba considerando el suicidio. Fue entonces cuando le contaron toda la verdad y la confusión mental que tenía comenzó a aclararse. Poco después, a Luisa se le aplicó una cirugía adicional para convertirla de nuevo en Luis, y en la actualidad es el feliz padre de tres hijos que adoptó junto a su esposa."

Fuente: Barlow, D.H. (2003) Psicopatología. Ed Thomson.